PENSAMIENTO VISUAL
El pensamiento visual consiste en imprimir o plasmar ideas en un mapa o dibujo mental utilizando elementos relacionados entre sí con la intención de entenderlo mejor y de una forma más sencilla. El principal objetivo que persigue el pensamiento visual, también llamado visual thinking, es identificar problemas, encontrar soluciones y descubrir otros horizontes.
Dam Roam (experto en pensamiento visual y autor del libro ‘Tu mundo en una servilleta’) lo define como la capacidad de aprovechar ese “don” innato que tenemos de ver, tanto con los ojos como con la mente, con la intención de descubrir y capturar ideas que de otra manera serían invisibles, desarrollarlas de una forma intuitiva y compartirlas, para que otras personas puedan captarlas de una manera rápida, simple, sencilla.
Dam Roam (experto en pensamiento visual y autor del libro ‘Tu mundo en una servilleta’) lo define como la capacidad de aprovechar ese “don” innato que tenemos de ver, tanto con los ojos como con la mente, con la intención de descubrir y capturar ideas que de otra manera serían invisibles, desarrollarlas de una forma intuitiva y compartirlas, para que otras personas puedan captarlas de una manera rápida, simple, sencilla.
Cualquier recurso gráfico es válido para disponer la información, textos en notas adhesivas para alterar su orden fácilmente cuando se introduzcan cambios, bocetos, gráficos de colores, diagramas, bocadillos, viñetas y un larguísimo etc… las pizarras imantadas y las planchas de corchos son soportes ideales sobre los que trabajar.
Borrar, rectificar, incluir y desechar información con el objetivo de mejorar nuestra idea, objetivos e itinerario, también son prácticas habituales en el desarrollo del pensamiento visual, y a medida que el planing sufre todo tipo de modificaciones, se va perfeccionando hasta llegar a un punto de inflexión en el que evidencia su valor. Ya está, a partir de ese momento se podrá poner en practica e ir corrigiendo y perfeccionando su composición según el desarrollo de la experiencia real.
A su vez esta experiencia podrá servir a otros para utilizarla como base y establecer nuevas variaciones sobre los matices de otra idea de proyecto, o diferente itinerario según su actividad pero siempre suponiendo una referencia en la que fijarse o recomendar como hoja de ruta.
El lenguaje visual entra por la retina y llega a nuestro cerebro con la velocidad del rayo, esto es así cuando vemos una ilustración en un libro sobre un texto que hayamos leído, o cuando nos muestran un fotografía de un lugar que previamente hayamos imaginado diferente, cuando ojeamos un plano de líneas de autobuses o metro y por qué no, también al hacer balance de la trayectoria, pasado, presente y futuro de cualquier causa.
Considérelo, ponlo en práctica y apreciaras la diferencia con el lavado y aclarado de ideas, transmítalo y difunde tus pensamientos visuales a otros para hacerlos participes, colaboradores y perfeccionadores de la misma idea, y al final, quién sabe si descubrirás un formula mágica que te aporte la metodología o estrategia que determine el éxito en tu tarea, y recuerda,.. si no llegara a ser este el resultado, siempre podrás borrar, rectificar, incluir y desechar para mejorar y volver una y otra vez a plantear, a experimentar y sobre todo a perfeccionar, ¿no crees que siempre saldrás ganando?.
Borrar, rectificar, incluir y desechar información con el objetivo de mejorar nuestra idea, objetivos e itinerario, también son prácticas habituales en el desarrollo del pensamiento visual, y a medida que el planing sufre todo tipo de modificaciones, se va perfeccionando hasta llegar a un punto de inflexión en el que evidencia su valor. Ya está, a partir de ese momento se podrá poner en practica e ir corrigiendo y perfeccionando su composición según el desarrollo de la experiencia real.
A su vez esta experiencia podrá servir a otros para utilizarla como base y establecer nuevas variaciones sobre los matices de otra idea de proyecto, o diferente itinerario según su actividad pero siempre suponiendo una referencia en la que fijarse o recomendar como hoja de ruta.
El lenguaje visual entra por la retina y llega a nuestro cerebro con la velocidad del rayo, esto es así cuando vemos una ilustración en un libro sobre un texto que hayamos leído, o cuando nos muestran un fotografía de un lugar que previamente hayamos imaginado diferente, cuando ojeamos un plano de líneas de autobuses o metro y por qué no, también al hacer balance de la trayectoria, pasado, presente y futuro de cualquier causa.
Considérelo, ponlo en práctica y apreciaras la diferencia con el lavado y aclarado de ideas, transmítalo y difunde tus pensamientos visuales a otros para hacerlos participes, colaboradores y perfeccionadores de la misma idea, y al final, quién sabe si descubrirás un formula mágica que te aporte la metodología o estrategia que determine el éxito en tu tarea, y recuerda,.. si no llegara a ser este el resultado, siempre podrás borrar, rectificar, incluir y desechar para mejorar y volver una y otra vez a plantear, a experimentar y sobre todo a perfeccionar, ¿no crees que siempre saldrás ganando?.